La vacuna estimula nuestro sistema inmunitario para protegernos del virus. Es decisión personal aplicarla y proteger a cada una de las personas que se encuentran a nuestro alrededor. La vacuna que me aplicaron se llama Cansino, esta estuvo vigente del día 04 al 07 de mayo del presente año, para todo el personal, docente y administrativo del sistema de educación, público y privado del estado de Durango, en las instalaciones del 71 Batallón de Infantería en un horario de 8:00 a 18:00 hrs, se llevó a cabo mediante estricto orden alfabético, de acuerdo a la primera letra de nuestro apellido, por lo tanto me toco el día 06, sentía un poco de nervios, ya que no me encontraba 100% decidida por todos los rumores que se decían de ellas, sin excluir que herramos el sector que recibiría una vacuna diferente a la del resto de la ciudadanía. En el momento que la aplicaron, sentí un dolor en el brazo, el cual se retiró unos minutos después, regrese a cubrir mi horario laborar y cuando termino la jornada me retire a casa, sin ningún síntoma. Al día siguiente no fui a laborar y me levante como de costumbre, realizando actividades del hogar, pero al medio día comencé a sentirme muy cansada y con muchos escalofríos y un leve dolor de cabeza, por lo que decidí tomar una ducha y recostarme un momento, después de unos minutos comencé a sentirme mucho mejor, cabe recalcar que no tome ningún antibiótico, a pesar de que el personal de salud, nos sugirió tomar paracetamol, en caso de que lo requiriéramos.
A pasado el tiempo y como efecto
secundario solo surge la gran inquietud de lo que es
lo que real mente contenga la vacuna, ya que los metales que colocamos en el
brazo se queden adheridos, como si se tratara de un imán.
A pesar de ello, invito a toda la ciudadanía a aplicarse la vacuna, para
poder combatir esta enfermedad y finalizar con esta pandemia.
ELABORADO POR: YENI YAZMÍN PEÑA MARTÍNEZ
