Es bien sabido tanto por la
gente de Santiago, Nuevo Ideal y todos los alrededores, que el Tecnológico de
Santiago Papasquiaro cuenta con unas hermosas instalaciones, instalaciones que
se apoyan del paisaje santiaguero para resaltar y presumir, sin duda alguna, la
belleza que tiene.
No
es de sorprender que tanto niños como jóvenes y adultos siempre han tenido una
atracción hacia uno de los más bellos y deseados fenómenos naturales o paisajes
que se pueden presentar, una linda nevada, y es que no es para menos, ya que en
la zona santiaguera no es nada común ver caer ligeras gotas de agua cristalinas
y congeladas cayendo como pequeños copos de nieve.
Ahora,
¿qué pasaría si se uniera una nevada con las instalaciones del ITSSP?, es una
pregunta que se resolvió el día jueves 10 de marzo de 2016, cuando las
condiciones climatológicas de la región propiciaran los factores necesarios
para que el fenómeno ocurriera, cuenta la historia que corrían alrededor de las
04:20 horas, cuando comenzaron a caer los primeros copos de nieve y así dando
inicio al fenómeno que no ocurría hace más de 10 años, trayendo consigo gran
alegría y admiración en la población santiaguera, quienes acudían con anhelo y
gusto a las inmediaciones de la ciudad para tomar fotos y disfrutar del
momento, siendo las instalaciones de la institución uno de los centros de
reunión para ello.
No existen palabras para describir la hermosura irradiada por una
institución tan grande como el tecnológico, una institución que representa un
sinfín de valores morales, una institución que le abre sus puertas a cualquier
persona que la necesite, una institución que busca el bienestar de la población
formando profesionistas preparados, una institución de la que, aunque no posee
un gran renombre como varios de sus similares, cualquiera estaría orgulloso de
militar en ella, y que ahora, parece que vestida de blanco como una novia el
día de su boda se prepara para aceptar el compromiso y las responsabilidades
conlleva consigo cualquier institución grande y que, los linces en apenas 25
años desde su nacimiento han demostrado cumplir sin problema alguno, a partir
de todo esto podemos afirmar que un hermoso paisaje nevado, solo con el
espíritu y corazón lince podía lucir mejor.
Por: Rogelio Ortiz Gutiérrez